jueves, 23 de mayo de 2013

Pequeñas historias de la Historia. El Rollo


La columna de piedra situada junto a la iglesia parroquial y conocida como “El Rollo” es sin duda el vestigio arqueológico con una mayor singularidad del pueblo de Ufones. Esta singularidad siempre ha despertado curiosidad entre los propios vecinos y forasteros que llegan por primera vez al pueblo, pero también entre determinados estudiosos que han intentado con mayor o menor fortuna establecer algunas hipótesis sobre su posible origen y funcionalidad. Sin embargo, a día de hoy estos interrogantes siguen sin despejarse. En este capítulo vamos a hacer una breve exposición de las principales teorías planteadas acerca de “El Rollo” y sus circunstancias, conjugando los pros y los contras de cada de ellas y estableciendo por último las valoraciones propias en base a la información obtenida.
                                                                         "El Rollo" de Ufones en su ubicación actual
Tres son las teorías más difundidas y que exponemos a continuación.

a)      Menhir fálico
Menhir es una palabra de origen bretón que significa literalmente piedra (men-) larga (-hir). Los menhires se inscriben culturalmente en el fenómeno megalítico que se desarrolló en Europa desde el período Neolítico hasta la Edad del Bronce.
Son principalmente símbolos fálicos relacionados con ritos ancestrales en torno a la fertilidad y la creencia en el más allá y por ello suelen hallarse cerca de tumbas.
Identificar “El Rollo” con un menhir plantea algunas dificultades, principalmente por su descontextualización, que impide adscribirlo a alguna etapa concreta. Sin embargo, la tosquedad de la piedra y su aspecto fálico juegan a favor de esta hipótesis. Grande del Brío y Benito del Rey apunta en esta dirección, emparentando nuestro menhir con los dos falos situados junto a la iglesia de Rabanales[1]. El culto fálico perduró más allá de los tiempos prehistóricos llegando incluso a la etapa medieval, siendo en época romana cuando tuvo una mayor difusión. Es posible, por tanto, que nuestro “menhir” pueda estar en relación con el cercano yacimiento romano de Rabanales, aunque también pudiera estarlo con el propio castro de Ufones. Las cruces que aparecen grabadas en la piedra responderían a un fenómeno de sincretismo religioso por el que las autoridades cristianas asimilaron símbolos paganos preexistentes.

b)      Miliario romano

Es otra de las hipótesis que se pueden barajar. Los miliarios eran columnas de piedra, generalmente de granito, que los romanos colocaban al borde de las calzadas a modo de hito kilométrico para señalar las distancias dentro de una vía. Estos hitos se situaban cada “mille passus”, es decir, cada mil pasos romanos (de ahí el nombre) que transformados al actual sistema métrico equivalen a 1481 m aproximadamente.
Cada miliario solía llevar grabado una inscripción en la que aparecía al menos el título del emperador bajo cuyo mandato se había colocado y la distancia hasta el enclave más importante de la vía. En el caso de nuestro “Rollo” no se aprecia inscripción alguna. La ausencia de grabado no impide desechar esta hipótesis, sobre todo si tenemos en cuenta la posibilidad de que los romanos utilizaran en calzadas secundarias de su red viaria miliarios anepígrafes que simplemente jalonaran la vía y sirvieran como punto de referencia. En base a ello ha aparecido en los últimos tiempos un interesante estudio de José Luis Vicente González en el que refleja esta idea[2]. El rollo podría haber pertenecido a una calzada secundaria que enlazaba la comarca leonesa de La Cabrera con Aliste y Sayago. Los dos miliarios de los que sí tenemos constancia fehaciente, en Gallegos del Campo y San Vitero, pertenecerían a esta misma vía. A esta supuesta calzada romana que cruzaría por el término de Ufones le dedicaremos una entrada aparte en el futuro.
                                     Réplica moderna del miliario de Gallegos del Campo

c)       Rollo jurisdiccional

Pese a que el nombre que las gentes del pueblo le han atribuido tradicionalmente juegue a su favor esta hipótesis es la más problemática de las tres. Los rollos, de origen medieval, se utilizaban para simbolizar el poder de las instituciones ya fueran reales, seculares o religiosas, estableciendo su propia jurisdicción.
Algunos autores han señalado la posibilidad de que “El Rollo” fuese un miliario reconvertido en “hito terminal entre jurisdicciones medievales distintas” para lo cual “se labró la cima de uno de sus frentes en forma de cara” y en el que las varias cruces que aparecen esculpidas “son testimonio, sin duda, de diferentes reconocimientos periódicos de las autoridades competentes[3]. La dificultad estriba en reconocer las distintas jurisdicciones a las que se refieren, más si tenemos en cuenta la escasez de fuentes documentales que sirvieran de apoyo a esta hipótesis. El único núcleo importante capaz de contar con jurisdicción propia en la zona próxima durante la etapa medieval sería la villa de Alcañices, cuyo señorío (laico) surgió en el siglo XIV. Parece pues poco verosímil que en Ufones se estableciese un hito terminal de este tipo. Sin embargo, sí creo que las cruces que aparecen en la superficie de la piedra se deban a reconocimientos periódicos, aunque más bien por parte de las autoridades religiosas de cada época.

Hemos puesto encima de la mesa las tres hipótesis más destacadas acerca de “El Rollo”. Sin poder descartar ninguna de ellas pero tampoco aseverando su veracidad sí parece conveniente obtener alguna conclusión al respecto. Queda fuera de toda duda su simbolismo religioso, ya sea pagano o cristiano. Su aspecto fálico, las cruces esculpidas que presenta y el hecho de aparecer vinculado a la iglesia del pueblo apuntan en este sentido. Por otra parte habría que señalar el proceso de transformación y/o asimilación que debió sufrir a la largo del tiempo. Ya fuese menhir o miliario su uso hubo de variar al mismo tiempo que las sociedades fueron transformándose, de ahí que en la actualidad aparezca fuera de su contexto natural, oscureciendo su estudio. Ello ha contribuido a que su significado aún hoy siga siendo un enigma, del que por otra parte la gente de Ufones nos sentimos orgullosos.











[1] Vid. Benito del Rey, L. y Grande del Brío, R., “El santuario fálico del Portillo del Lobo en Muelas del Pan”, en Studia Zamorensia, t. IX, 1988, pp. 25-36.
[2] Vid. Vicente González, J.L., “El secreto de la Tierra de Campos: avance de resultados de un estudio de detalle de la red viaria del occidente de la meseta septentrional durante la Edad Antigua”, en X Congreso Internacional de Caminería Hipánica, Madrid (22/07/2010).
[3] En “Rabanales de Aliste, ¿Curunda Caesara?”, Proyecto Interreg IIIA: Vías Augustas, por Prospecciones Arqueológicas, Diputación de Zamora.

5 comentarios:

  1. Muy interesante la entrada. Yo tampoco lo veo nada claro.

    Pienso que la primera hipótesis se plantea por la cercanía con los "falos" de Rabanales, de lo contrario quizá ni se contemplase. Pero no creo que proceda de allí: es extraño que haya cambiado de término municipal. Pudo venir del castro de Ufones, aunque en tal caso es fácil que el dato permaneciese en la memoria colectiva (e imagino que ningún vecino sabe nada sobre su origen).

    Para mí, respecto a la segunda posibilidad, la falta de inscripción la hace improbable (salvo que la pieza esté rota, no sé si has observado si estaba rematada en sus dos extremos cuando estaba exenta).

    Ese camino que mencionas lo desconozco. Pensaba que los miliarios de San Vitero y Gallegos formaban parte de una ruta alternativa del itinerario VXII que pasaba por la población romana que había en El Castrico (sea o no "Curunda Caesarea"). Sí que conozco un camino de gran importancia que pasaba muy cerca de Ufones: El Camino Morisco. Uno de sus ramales iba de San Juan a Matellanes. Este camino, en su parte portuguesa (el "Carril Mourisco"), es considerado por algunos autores una calzada romana. En el peor de los casos sería un camino emdieval de cierta importancia. Hoy ha sido, hace muy poco además, parcialmente destruido tras la concentración parcelaria de Matellanes. Cosas del "progeso".

    Otra posibilidad, creo que no apuntada, es que proceda de la ermita (lo que tampoco supondría que aquel fuera su emplazamiento original).

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    1. Hola Pedro.
      La verdad es que este tema tiene muchos interrogantes y pocas certezas, aunque esto lo hace más interesante.
      Yo también me inclino a pensar que no tenga ninguna relación con los falos de Rabanales, aunque algunos estudiosos lo meten en el mismo saco.
      En cuanto a que se trate de un miliario no lo descartaría por el mero hecho de carecer de inscrpción. Hay multitud de casos documentados de miliarios anepígrafes. Los últimos datos que tengo hablan de más de 200 en todo el noroeste, aunque pudieran ser más.
      Y respecto al Camino Morisco tu aportación me ha ayudado mucho, porque abre otra posible hipótesis que nadie (que yo sepa) ha apuntado. Sabía de esta vía pero desconooía lo del ramal de San Juan a Matellanes. Si en realidad se tratase de una calzada romana bien pudiera El Rollo, como tu dices, estar en relación con la ermita de Santa Locaya, cercana a Matellanes. ¿Puedes aportarme algo más sobre este camino? Si se logra demostrar que se trataba de una calzada romana habrías encontrado una posible solución al entuerto...
      Gracias y un saludo

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  3. El camino es muy conocido. En San Juan incluso identifican su punto de partida: una antigua casa señorial (hoy utilizada como pajar), lo cual no sé muy bien cómo interpretar. Pero reaparece el problema del traslado de un pueblo a otro, pues ese tramo del camino creo que no cruza por término de Ufones, ya que pasa al sur de Matellanes y tampoco sigue en esa dirección, sino que va a unirse (por Arcillera o Ceadea) con el tramo que viene (o va, según se mire) de Portugal.

    Su antiguedad es grande, eso está claro (el propio nombre lo da a entender), pero no tengo demasiados datos al respecto. Sólo los portugueses, que yo sepa, le han prestado alguna atención (al tramo portugués). Francisco Manuel Salgueiro de Sande Lemos asegura (con argumentos razonables) que, pese a la falta de miliarios, el Carril Mourisco pudo ser una calzada romana. Cree también que se une a la vía XVIII. Desde luego, una vez en España, y habiéndose incorporado a él ese tramo del que hablamos, se dirije hacia el norte, pero le pierdo la pista por Gallegos del Río.

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    1. Seguiremos investigando haber si algún día damos con la tecla acertada...

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